Cuando pensamos que conocemos el futuro, incluso durante un segundo, cambia. A veces el futuro cambia rápidamente y completamente. Y sólo nos queda elegir que hacer después. Podemos elegir asustarnos, quedarnos ahí temblando, sin movernos, asumiendo que lo peor puede pasar. O podemos dar un paso adelante, hacía lo desconocido y asumir que va a ser brillante.
A.G