lunes, 31 de diciembre de 2012

¿Qué pasa cuando tú eres lo perdido?

Y me marcho a dormir con la certeza de que se cierran puertas del pasado. Dejando atrás cualquier vestigio de pena y dolor con la esperanza, quizás, de que otras nuevas se abran. Pero estas para no cerrarse jamás, para dejar entrar todo aquel que lo merezca y lo sepa apreciar. 


Nunca se sabe lo que se tiene hasta que se pierde. Y lo cierto es que nunca me ha gustado perder pero ¿qué pasa cuando tú eres lo perdido? 

A veces me pregunto dónde dejé el coraje, el inconformismo y la rebeldía. Simplemente los olvidé creyendo mejor los sentimientos de los demás antes que los míos. Quizás sea hora de equilibrar la balanza. Es momento de cambiar.

miércoles, 19 de diciembre de 2012

You'll be ok.

Sus ojos azules y su sonrisa. Si me pongo a contar cuanto tiempo llevaba sin verte reír podría decirse que perdí la cuenta. La comisura de tus labios son un leve reflejo de la alegría, que comienza con tu sonrisa hasta llegar a tus preciosos ojos azules. Había olvidado el tono de tu risa, tampoco recordaba como era tu rostro despreocupado y joven. 

Joven. Meses atrás parecía que los años se habían llevado lo mejor de ti. Me consumía la idea de creer que no volverías a ser el mismo, que la vida se había encargado de quitarte poco a poco lo bueno que había en tu vida. Pero una vez más, sin saber cómo ni cuando, ahí estás. Alegre, feliz, una persona nueva.


sábado, 8 de diciembre de 2012

Tú me quieres


Y estallo en sollozos, escondo la cara en su cuello, mientras pienso en un niño perdido en un océano de miedo y dolor, asustado, abandonado, maltratado... herido más allá de lo humanamente posible. 
Se aparta, me sujeta la cabeza entre las manos, la echa hacia atrás y se inclina para besarme.

- No llores, Ana, por favor. Fue hace mucho tiempo. Anhelo que me toques y me acaricies, pero soy incapaz de soportarlo, simplemente. Es superior a mí. Por favor, por favor, no llores.
- Yo también quiero tocarte. Más de lo que te imaginas. Verte así... tan dolido y asustado, Christian... me hiere profundamente. Te quiero tanto...

Me acaricia el labio inferior con el pulgar.
- Lo sé, lo sé.
- Es muy fácil quererte. ¿Es que no lo entiendes?
- No, no lo entiendo.
- Pues lo es. Yo te quiero, y tu familia también. Y Elena y Leila, aunque lo demuestran de un modo extraño, también te quieren. Mereces ser querido.
- Basta. No puedo oír esto. Yo no soy nada Anastasia. Soy un hombre vacío por dentro. No tengo corazón.
- Sí, sí lo tienes. Y yo lo quiero, lo quiero todo. Eres un hombre bueno, Christian, un hombre bueno de verdad. No lo dudes. Mira lo que has hecho... lo que has conseguido. Mira lo que has hecho por mí... a lo que has renunciado por mí. Yo lo sé. Sé lo que sientes por mí.

Baja la vista y me mira, con ojos muy abiertos y aterrados. Solo se oye el chorro de agua cayendo sobre nosotros.
- Tú me quieres -musito.
Abre aún más los ojos, y también la boca. Inspira profundamente, como si le faltara el aire. Parece torturado..vulnerable.
- Sí -murmura-. Te quiero.



Libro: 50 sombras más oscuras. E.L. James.

sábado, 1 de diciembre de 2012

Bad day


Me engañaría si pensara que las cosas a partir de ahora no van a ser más difíciles. No puedo evitar que la tensión recorra cada parte de mi cuerpo cuando veo que no sonríes, que estás preocupado y que no tienes apetito. A veces pienso que hemos pasado cosas peores, los años no pasan en balde para nadie y mucho menos para ti. Tengo esa necesidad incontrolable de ver y de sentir que eres el mismo de siempre.

Los días pasan. Tanto los buenos como los malos.
Aunque últimamente tengo la sensación de que son más malos que buenos.