martes, 12 de agosto de 2014

Mi manojito de nervios.


Dos años y medio y era mi manojito de nervios. Mi alegría con patas y hocico. La vitalidad y la fuerza en un cuerpecito tan pequeño y a la vez tan grande. Y es difícil de entender y explicar porque es un dolor que no se va, que está ahí constante, recordándome que ya no está, que ya no habrá nadie que me reciba con esa alegría que parecía que se le iba la vida corriendo hasta llegar dónde yo estaba para saltar encima mía. Porque simplemente era mi cachorrita. Mi borreguito. Mi manojito de nervios. 

Siempre serás mi alegría con patas y hocico. 
Mi Noah.

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