En el colegio alguien me dijo que yo venía de un hogar destrozado. Te lo decían cuando tus padres se divorciaban. Aunque su divorcio fue lo menos destructor que hicieron. Cuando oí eso de niña me pregunté si en los hogares destrozados vivía gente destrozada. Era una tontería pero sólo era una niña. Pero hasta hoy aún me lo pregunto.
Puedes construir una casa con cualquier cosa, hacerlo lo fuerte que quieras. Pero un hogar es mucho más frágil. Un hogar es la gente que metes en él y la gente puede estar destrozada. Claro, pero todo cirujano sabe que eso puede arreglarse. Que las heridas se curan, que por mucho que oscurezca, el sol volverá a salir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario