Hoy comienza el último año de esta larga - o corta- aventura. Hoy nos hablaban del proceso que iremos sufriendo a lo largo de estos últimos meses, esas ganas de comerse el mundo y de creernos que las puertas estarán abiertas para cuando nos toque pegar en ellas. Luego prosigue esa cuesta abajo hasta finalmente parecer que te estás precipitando en una piscina vacía para así llegar a la denominada 'depresión' en la que prefieres que te trague la tierra en cuestión de segundos para acabar con ese terrible sufrimiento. Donde las esperanzas se han disipado como gotitas en una ventana al sol. Así que, allí estábamos todos, en esa primera clase, en la que muchos se sentían identificados y dónde más de un sueño empezaba a romperse. Y luego estaba yo, observando a todos, viendo esas leves y tímidas sonrisas para aparentar que ellos no piensan de la misma manera. Alejando esas inmensas ganas de acabar y darse a conocer al mundo. Esas inmensas ganas que yo, a día de hoy, no tengo.
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