Después de tantos años sigo acudiendo a ti cada vez que tengo un problema o cuando una preocupación no me deja conciliar el sueño. Es algo que hago de forma inconsciente, un hábito que fui adquiriendo con el paso del tiempo. Eras mi consuelo y lo sigues siendo.
Reconozco que perderte fue la razón por las que dejé ciertas creencias.
No hay comentarios:
Publicar un comentario