domingo, 25 de diciembre de 2011

Mirada.

En estos días sueles acordarte de ella. Y piensas en él: En sus dulces ojos azules que reflejan cansancio pero a la vez siguen manteniendo sus ganas de vivir, de disfrutar de los pequeños instantes de esta vida. Te observa cómo sólo él puede mirarte, con amor y admiración, por ver cómo has crecido y en qué te has convertido. Él y los tuyos son los únicos capaces de darte ese amor incondicional. Y más él, que ha dado tanto por todos y jamás ha recibido nada a cambio. 


Te quedas mirándole perpleja y sientes como se te escapa el tiempo. Te acuerdas de ella y de tus promesas no cumplidas. Y es entonces cuando te gustaría ignorar que las manecillas del reloj siguen su curso. Que todo lo que es, seguirá siendo mucho más adelante. 

viernes, 23 de diciembre de 2011

Propuestas.

Aún quedan días para que termine el año y ya estás pensando en tus propuestas. Qué quieres cambiar y que quieres conseguir. De momento no tienes nada claro, piensas en diferentes opciones pero lo único que tienes presente es que este próximo año vendrás con los aires renovados y con un cambio de mentalidad. Sí, esa será tu principal deseo para el nuevo año. 

Necesitas de forma urgente una brisa de aire fresco. Para olvidar, perdonar, pasar página además de saber aceptar las cosas tal como son sin alteraciones motivadas por tu propio corazón.

Siempre lo has sabido: no hay peor ciego que aquel que no quiere ver. Y tú, a veces, lo eres.

miércoles, 21 de diciembre de 2011

Espera.

No hace mucho tiempo pensabas que el problema residía en saber cuando era el momento exacto, el adecuado. Lo cierto es que al principio tenías tus dudas, confiabas en que el tiempo se pondría de tu parte pero no es así. Lamentablemente ahora eres consciente de que es el momento adecuado, lo sabes desde hace días y has necesitado oír otras opiniones para ver que es así aunque hayas preferido mirar hacía otro lado. 

Sigues con la idea de esperar. Tu cabeza no deja de repetir "espera un poco más, sólo un poco más".

lunes, 19 de diciembre de 2011

I can't make you love me.


And I can't make you love me If you don't 
You can't make your heart feel something it won't 
Someone's gonna love me.

sábado, 17 de diciembre de 2011

Sobrevivir.

- Tú nunca me empujaste al lado obscuro, Blair.
- Te agradezco que intentes consolarme pero ya tengo mi respuesta.
- Eres la luz más brillante que jamás he tenido. 
- Y... ¿Por qué has tenido que olvidarme para descubrir tu nuevo lado?
- Sólo me sumí en la obscuridad porque tenía mucho miedo de perderte. Tu amor me mantuvo con vida. 
- Pero has sobrevivido. 
- Me pasó lo peor y no me morí pero tenía que seguir viviendo mi vida. Yo sólo quiero que seas feliz aunque no puedas serlo conmigo.



viernes, 16 de diciembre de 2011

Cansancio y desesperación.

Me pregunto dónde se perdió en el camino. Estaba ahí y ya no lo está. Al principio iba agarrado de mi mano y en estos momentos no recuerdo cuando decidió separarse/desprenderse de mi. Se notaba el cansancio y en ocasiones la desesperación. Los silencios se hacían cada vez más presentes y el cruce de miradas era casi inexistente. Se podría decir que parecíamos dos completos desconocidos, de esos que ves todos los días en las calles y que no son en absoluto relevantes en tu vida. 


domingo, 11 de diciembre de 2011

Caminos.

- ¿Qué haces aquí? No tengo fuerzas para revivir el drama de esta noche. Es mejor que te vayas.
- No vengo a disculparme por lo que ha pasado esta noche. 
- Entonces... ¿De qué has venido a disculparte?
- De todo lo demás. Perdona por perder los nervios la noche que me dijiste que Louis te había pedido matrimonio. Perdona por no haber esperado más en el Empire State. Perdona por tratarte como a una mercancía. Perdona...por no decirte que te quería cuando lo sabía. Pero sobre todo te pido perdón por dar por perdido lo nuestro cuando tú nunca lo hiciste. 
- Gracias... Espero que no dar por perdida a la gente no suponga mi ruina. 
- Por eso vas a ser una gran madre. Siempre estás ahí para tus seres queridos, incluso cuando no se lo merecen. 
- Eso nunca va a cambiar. 
- No importa si cambias. A partir de esta noche pienso cuidarme más.
- ¿Eso es todo?
- Sí...


Dicen que todos los caminos llegan a un final, pero a veces el final parece igual que el principio. Y cuando crees que ya has recorrido mucho camino, de repente puedes encontrarte en el mismo sitio donde empezaste porque todos los caminos están plagados de curvas y giros... y un paso en falso puede suponer un gran desastre. Pero pase lo que pase tienes que mantener el rumbo y abrir tu propia senda.  

Dicen...

"Dicen que la única forma de conquistar tus miedos es enfrentarte a aquello que más temes. Tienes que meterte en la boca del lobo y arriesgarte a la posibilidad de un fracaso. Pero si intentas esconderte de tu miedo te arriesgarás a que te engulla por completo."


G.G

sábado, 10 de diciembre de 2011

Sigo sin entender.

Una vez más vuelves de la misma manera. Sigo sin entender cuántas lagrimas debes desperdiciar para ver que ese no es tu camino, no es el idóneo para ti.  Sabes de sobra que no hay mayor ciego que aquel que no quiere ver y tú sabes la respuesta para resolver tu problema. La cuestión es que no te es agradable y sabes que vas a sufrir más (o no, quién sabe).
Ya no soy quién te consuela. Veo tus ojos hinchados de tanto llorar y no eres capaz de mirarme a la cara, quizás porque ya sabes de sobra lo que te diría. La diferencia está en que ya me he rendido. Necesitas darte un golpe detrás de otro hasta ser capaz de reconocer que la mejor opción es la que llevo repitiéndote desde hace meses. Ahora tan solo te acaricio el pelo y te doy un poco de más valor para que sigas adelante. 

Respetaré tu decisión aunque no esté de acuerdo con ella. Y sé por qué lo hago. Quizás te comprenda mejor que nadie porque aunque seamos tan diferentes, sientes con la misma intensidad que yo. En algo teníamos que parecernos además de lo físico. Vas a intentar apurar hasta el último segundo para demostrar al mundo que tu decisión es la correcta y que lo haces porque crees que sin eso nada de lo que esté a tu alrededor tendría sentido. Serás incapaz de hacer daño porque temes perder lo que crees que es mejor para ti. ¿Ves? No es tan difícil entenderte.


El fallo está en que no, no es lo mejor para ti. Y en ocasiones es mejor hacer daño a que te lo hagan a ti de manera constante.

viernes, 2 de diciembre de 2011

Lo único que nos queda.

"Nos aferramos al dolor porque es lo único que nos queda pero no hay por qué. Se puede elegir."


No es de extrañar que cuando llega una determinada época del año mi estado de ánimo cambie completamente. No es algo de ahora, que yo recuerde esto viene desde que tengo uso de razón. Gran parte de mi mundo empezaba a torcerse llegadas estas fechas, aunque el día se presentase hermoso, mi mundo podía estar nublado de manera constante sin tener mayor elección.
A pesar de ello, cada año seguía guardando esperanza de que mi deseo se cumpliese al sonar las campanadas del fin de esos 365 días. Podría decir que en más de una ocasión tiré la toalla para qué negarlo, no tiene sentido ya. No sólo guardaba la esperanza, regresaba con la misma ilusión de ser capaz de cambiar lo que hiciese falta. Quizás esperaba contagiar mi alegría o qué sé yo. 

Nos aferramos al dolor porque es lo único que nos queda... pero no hay por qué, se puede elegir.  Yo elegía cada año ser feliz e intentar empezar con buen pie pidiendo cada año el mismo deseo esperando que éste algún día se cumpliese. 

Cada año, los viejos fantasmas regresan de nuevo a mi mente y a mi vida. Me recuerdan lo que fue y ya no es. Persiste la duda de si algún día mi deseo ya cumplido pierda fuerza y desaparezca pero de momento no pensaré en ello.