Me pregunto dónde se perdió en el camino. Estaba ahí y ya no lo está. Al principio iba agarrado de mi mano y en estos momentos no recuerdo cuando decidió separarse/desprenderse de mi. Se notaba el cansancio y en ocasiones la desesperación. Los silencios se hacían cada vez más presentes y el cruce de miradas era casi inexistente. Se podría decir que parecíamos dos completos desconocidos, de esos que ves todos los días en las calles y que no son en absoluto relevantes en tu vida.
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