domingo, 11 de diciembre de 2011

Caminos.

- ¿Qué haces aquí? No tengo fuerzas para revivir el drama de esta noche. Es mejor que te vayas.
- No vengo a disculparme por lo que ha pasado esta noche. 
- Entonces... ¿De qué has venido a disculparte?
- De todo lo demás. Perdona por perder los nervios la noche que me dijiste que Louis te había pedido matrimonio. Perdona por no haber esperado más en el Empire State. Perdona por tratarte como a una mercancía. Perdona...por no decirte que te quería cuando lo sabía. Pero sobre todo te pido perdón por dar por perdido lo nuestro cuando tú nunca lo hiciste. 
- Gracias... Espero que no dar por perdida a la gente no suponga mi ruina. 
- Por eso vas a ser una gran madre. Siempre estás ahí para tus seres queridos, incluso cuando no se lo merecen. 
- Eso nunca va a cambiar. 
- No importa si cambias. A partir de esta noche pienso cuidarme más.
- ¿Eso es todo?
- Sí...


Dicen que todos los caminos llegan a un final, pero a veces el final parece igual que el principio. Y cuando crees que ya has recorrido mucho camino, de repente puedes encontrarte en el mismo sitio donde empezaste porque todos los caminos están plagados de curvas y giros... y un paso en falso puede suponer un gran desastre. Pero pase lo que pase tienes que mantener el rumbo y abrir tu propia senda.  

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