lunes, 2 de julio de 2012

Debe de quererte.


- Venga, demos un paseo.
-Tenemos que andar.
- ¿Por qué?
- Hay que andar cuando se acaban las palabras. El cuerpo sabe lo que necesita, pero primero hay que andar, luego todo va sobre ruedas.
- ¿De dónde sacas eso? -pregunta, recuperando la sonrisa y la ironía.
- Es una de las máximas de un amigo mío. Bueno, en realidad no es suya, sino de Khalil Gibrán.
- ¿Me la explicas?
- Viene a decir más o menos esto: el cuerpo sabe todo lo que necesita, pero de vez cuando la cabeza quiere oírlo.
Martina reflexiona durante unos instantes, moviendo ligeramente los labios, como si repitiera para sí la frase de Gibrán.
- Es una bonita frase que no me suelta cuando estoy deprimida, pero tiene un repertorio completo, podría escribir un libro.
- No está mal, me gusta. ¿Y quién es ese amigo?
No encuentro enseguida las palabras para responder. Recuerdo nuestra discusión y sus reproches: "tú no escuchas a los demás". Por un momento mi mente se marcha de la playa, hace un alto en el camping para cambiarse y toma el primer avión para Milán, con la clara intención de abofetear a Luca. Martina no advierte lo que me está pasando por la cabeza.
- Debe de quererte - dicen sin mirarme.


Fuente: "Siempre estarás tú", de Francesco Gungui.

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