A medida que pasa el tiempo, te das cuenta de como han cambiado las cosas. Creces, maduras, ríes y lloras. Creas momentos alrededor de personas que para ti son indispensables, o al menos en ese preciso instante así eran consideradas. Indispensables. Siempre pensé que nadie puede ser indispensable en la vida de nadie, ya que algo que siempre fue costumbre, puede dejar de serlo.Vivimos en un constante cambio. Sólo las relaciones verdaderas son las que siguen, se mantienen a pesar de las dificultades. Aunque en cualquier momento, sabes que ese lazo puede romperse. No tiene porque existir una explicación. El problema más absurdo puede acabar con lo más grande.
Después llego yo, con mis ideas extrañas sobre la amistad. Siendo consciente de que todo puede perderse en cuestión de minutos, y que puede mantenerse si es lo que más deseas. Es contradictorio, lo sé. Pero debe existir un punto intermedio. Debes creer, mantener la ilusión de que todo es posible.
Lo mejor de todo esto, es que conoces con total claridad quienes son esas personas. No necesitas tiempo, sus nombres acuden a tu mente en un segundo, ya que son esas piezas del puzzle de tu vida las cuales sabes que si algún día faltan, crearían espacios en blanco imposibles de llenar.
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