Una fotografía en la cartera. Muchos la habrían visto y lo considerarían como algo normal. Pero el verdadero significado de esa foto podía entenderlo sólo yo. Una vida muy marcada por determinadas etapas y que nada ni nadie lo podría cambiar.
No era una foto cualquiera: En ella quedaba recogida toda mi esperanza, una esperanza que en muchos momentos quedaba reducida a la nada y que ahora puedo ver que algo que consideraba una utopía (al menos así era para mi) es real. En ella, se observaba un gran cariño, incluso en sus ojos se veía restos de amor de un tiempo pasado no tan lejano.
Esta no es mi historia sino la de ellos. Antes me pasaba horas viendo esa fotografía fantaseando con tiempos mejores, con esa vida imposible de conseguir. Y sentía odio. Sí, eso era lo que sentía porque vivíamos constantemente en una ola de mentiras. Una detrás de otra.
Detestaba ver que en esa foto todo era posible. Odiaba que fuese una mentira más. Aprendí que puedes mostrar una vida que no tienes con una simple sonrisa. Era más duro de lo te imaginas. En ocasiones, me faltaban fuerzas, lo reconozco. Pero ahora agradezco el esfuerzo. Ahora soy como soy por esto. Y a pesar de ello, he sabido perdonar.
Lo imposible fue posible y es real.
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