Lo supe desde el principio, desde que traspasé aquella puerta. Ahora lo veo con total claridad, aquello fue tan solo un mero ensayo. En ocasiones me parecía absurda la situación ¿por qué me siento así? Pensaba que iba a ser más fácil.
Sólo necesité 24 horas para ser yo de nuevo. Para entender que nada en esta vida es eterno y que tarde o temprano tenemos que decir adiós.
Desde hace tiempo soy consciente de que ya había llegado el día. Cerré los ojos y no miré atrás. Dejé pasar los días, quizás con la esperanza de equivocarme, no lo sé. Pero lo cierto es que he sentido que tenía 8 años menos. Una niña pequeña otra vez incapaz de reprimir las lagrimas. Eso sí, sin que nadie me vea y sin que nadie lo sepa. Eso no cambia.
No lo vas a entender y tampoco pretendo que lo entiendas.
Es complicado decirte adiós.
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