martes, 28 de febrero de 2012

Hojas y hojas llenas de media vida.

Hojas y hojas llenas de media vida. Gran parte de ellas recogen todas aquellas preguntas que jamás obtuvieron respuesta y que nunca te atreviste a pronunciar en voz alta. Quizás por miedo o más bien por vergüenza. Detestabas admitir tus propias debilidades.
Entre esas hojas también hablabas de amor y desamor. En cómo empezaban las buenas historias y en cómo la tuya no terminaba con un "vivieron felices y comieron perdices". Relatabas con todo detalle lo corto que fue el camino de rosas y lo largo que te resultó el olvido. 
Ves tu evolución y reconoces que ya apenas queda algo de esa chiquilla que jugaba a ser mayor antes de tiempo porque así la vida lo quiso. 
Si estudiases una a una cada hoja de ese diario, cuatro hojas de cada cinco podían hablar de tus inseguridades y miedos, de cómo la vida te venía demasiado grande. Pero luego estaba esa quinta hoja que marcaba la excepción, ya que en ella hablaba cómo habías sido capaz de encontrar la solución idónea para solventar tus problemas o en cómo te hacías más fuerte con el paso del tiempo.
Quizás creas que ya queda poco de lo que eras. Lo que no debes olvidar jamás es que gracias a todo lo que escribiste en su día, a lo que viviste y de la forma en la que lo hiciste, ahora eres como eres.



No hay comentarios:

Publicar un comentario