sábado, 30 de abril de 2011

19.

Hoy la entrada va dedicada a vosotros. Porque habéis dado mucho por mi en todo este tiempo, porque hacéis que piense que las cosas de vez en cuando valen la pena. 

Gracias por quererme. 

lunes, 25 de abril de 2011

Quiero más.


Hay momentos en los que puedes echar de menos la rutina. Pero este no es el caso. Esta vez quiero más. Quiero más días como estos, donde la hora no sea un problema, donde nuestro límite sea nuestro propio cansancio.

domingo, 24 de abril de 2011

No es una solución, pero sí un remedio.

Regresas con un nudo en la garganta. Con deseos de llegar a tu cama y tumbarte. Aunque eso provoque que tu cabeza empiece a pensar. Y le des vueltas a lo mismo. Quieres esconderte bajo una manta como hacías cuando eras pequeña y tenías problemas. Cómo si eso fuese a salvarte de tus propios miedos. Sonríes con amargura al recordar esos momentos. Así eras, y sigues manteniendo ese pensamiento de ti. Nunca supiste afrontar las cosas. Preferías esconderte y no escuchar. Hacías que tu imaginación volase hacia lugares nunca vistos, lugares que solo tú conocías porque esa era la única forma con la que lograbas no pensar. Y ahora quieres volver a hacer lo mismo, pero esta vez no lo consigues. Esta vez quieres derrumbarte y echarlo todo afuera. Venga, llora. ¿De que sirve hacerte la fuerte? Nunca lo has sido, no te engañes. Así que, aprovechando ese sentimiento dejas que las lagrimas empiecen a caer sobre tus mejillas. Una tras otra. No es una solución, pero sí un remedio. Un remedio para quitarte todo lo que llevas aguantando mucho tiempo. Consigues deshacerte de ese pesar hasta cierto punto. Logras llorar en silencio, como siempre, para que nadie te escuche.  Y luego te levantas una vez más de tu cama y te miras al espejo. Te quitas las lagrimas de más, esas que quedaron últimas y que no llegaran a tocar jamás tu almohada


Lo cierto es que lo necesitabas. También un abrazo. 

sábado, 23 de abril de 2011

Es mejor vivir el presente.

"Hay instantes en que todo parece posible y todo puede cambiar. En que todo está al alcance de la mano. Fácil y bonito. Pero de repente llega la duda, el miedo a equivocarse y a no haber entendido bien lo que el corazón siente de verdad."
Intentemos en esta ocasión que el miedo no fastidie el momento. Dejemos las cosas fluir por primera vez. Siempre dejas que el miedo se apodere de ti y que no te deje disfrutar las cosas como deberían ser. Así que ahora, haz lo que quieras, vive el momento. Vive tu vida y olvida las preocupaciones. Porque la vida esta llena de instantes que son eso, unos segundos o quizás minutos los cuales se van a quedar grabados en tu memoria. Y otra cosa no, pero el tiempo es lo único que no se puede recuperar. 

Nunca entendí esa estúpida manía de pensar constantemente en el futuro. Es mejor vivir el presente.


Fuente: Federico Moccia "Perdona pero quiero casarme contigo".

jueves, 21 de abril de 2011

Prefieres perder.

Cuesta reconocerlo pero es verdad. Lo sabes. Estás cansada. Cansada de ser siempre la que tiene que tirar de los demás, la que debe estar para todo lo que haga falta. Esto es un tablero de ajedrez, tienes que estar pendiente de cada movimiento, de cada elección y mover lo mejor posible tus fichas para lograr tus objetivos. En realidad, ya has llegado un punto en el que te cuesta pensar con claridad, y en cierto modo prefieres perder. ¿Qué mas da? Tan solo es una partida más. Puedes comenzar una nueva cuando lo veas conveniente. Sabes la colocación exacta de cada ficha para conseguir lo que quieres. Pero requiere de esfuerzo. Por una vez, prefieres no ser tú la que mueva las fichas.

El problema reside en que el tablero de ajedrez, en ocasiones, no está al completo. Te has dado cuenta de que no puedes contar en todo momento con cada una de las piezas. Y eso es quizás (ya que no estás del todo segura) lo que te hace pensar que esto a veces no merezca la pena.


En algún que otro momento, inconscientemente deseas con toda tu alma que esas piezas que te faltan no fuesen tan importantes

sábado, 16 de abril de 2011

Porque tú eres así.

Tiempo. El tiempo, lo quieras o no, hace que las cosas vuelvan a la normalidad. Has vivido en medio de un huracán durante demasiado tiempo, y lo sabes. Has sufrido muchas consecuencias por eso. Pensabas que podrías manejarlo y lamentablemente, tuviste que reconocer que eso no era así. Eras más débil de lo que ya de por si te considerabas. Dejaste que las cosas que no eran tuyas lo fuesen. Y sabes por qué. Porque tú eres así. Tiendes a preocuparte por los demás con mucha frecuencia, piensas en ellos antes que en ti misma. No sabes ser egoísta. Nunca se te dio bien eso. Estableciste un orden de prioridades desde un principio y tú apareces en uno de los últimos puestos de la lista


Ahora puedes estar tranquila. Puedes darte ese gusto porque a pesar de todo sabes que lo has hecho lo mejor posible. Y no, no te has equivocado. Una vez más, lo has hecho bien

viernes, 15 de abril de 2011

Tú también puedes.

"¿Alguna vez te has sentido como una bolsa de plástico que vuelve a la deriva del viento con deseos de empezar de nuevo? ¿Alguna vez te has sentido como una delgada hoja de papel, o como un castillo de naipes, a punto de caer al suelo de un sólo soplido?"

En ocasiones no puedes evitar sentirte pequeña. Vives en un mundo en que la gente avanza a pasos agigantados y tú, sin embargo, avanzas poco a poco. Pretendes no agobiarte, pero es inevitable. Intentas no sentirte inferior, pero no puedes. No es algo de ahora, lo has sentido siempre. Nunca quisiste brillar en nada, preferiste pasar desapercibida y eso ahora, pasa factura.

Quizás ya va siendo hora de valorarte un poco más. De arriesgar, de luchar por todo aquello que quieres y anhelas. Probablemente no puedas cambiarlo de la noche a la mañana, ya que esto no es cuestión de horas, sino de tiempo. Mucho tiempo. Tan solo tienes que pensar que tú también puedes.


Fuente: Canción Firework. Katy Perry.

jueves, 14 de abril de 2011

Suiza.

Volvería sin pensármelo dos veces. Pasear y no preocuparte por todo aquello que te rodea. Olvidar que existen los problemas. No, allí no existía de eso. Me supuso una vida demasiado fácil. Quizás no sería un lugar donde querría vivir para siempre, pero si para irme una larga temporada. 


Y echo de menos cosas tan simples como el tomar un café a tu lado a las 9 de la mañana. El que me pidas consejos y que me dejes hablar hasta que no tenga más historias que contar

martes, 12 de abril de 2011

Impresiones.

Cuando conoces por primera vez a alguien siempre haces suposiciones sobre esa persona. Piensas como puede ser simplemente por la primera impresión. Ya me lo decía mi madre desde pequeña "siempre tienes que dar muy buena impresión al principio, luego ya da igual, la gente te recuerda y te acerca a una serie de características dependiendo de lo que han visto el primer día". Que razón tenía. Lo gracioso es que siempre me equivoco. Pienso que las personas son de una forma y luego ni se le acercan al pensamiento que tenía sobre ellos. Ya sea tanto para lo bueno, como para lo malo. Para que engañarnos, siempre intento pensar bien de todo aquel que conozco, básicamente porque jamás pretendo darle mayor importancia.
Después llegan las decepciones. Aunque muchas veces supone justo lo contrario. Otras te sorprenden. No porque esperases menos de ellas, no. Básicamente, esas personas que simplemente eran conocidas, ahora te vas dando cuenta de que las conoces mucho más de lo que pensaste en un principio. Forman parte de tu vida. Se han ganado su propio lugar. Y tú quieres que eso sea así. Porque ahora conoces cada uno de sus gestos, sabes sus contestaciones, la manera en la que puede responder a una serie de estímulos. Y esa sensación... te gusta. 

lunes, 11 de abril de 2011

Con eso bastaba.

No tenía nada de peculiar ese día. Simplemente estabais los dos y con eso bastaba. En ocasiones eras consciente de que no te hacía falta nada más. Él te daba todo lo que necesitabas. Te aportaba estabilidad. Y no solo eso, te daba algo que nadie podía darte mejor que él. Su corazón. Eso que todo el mundo anhela poder tener alguna vez, que una persona te quiera lo suficiente como para entregarte lo más preciado de uno mismo.
Él sabía cómo eras, te mentía y te decía que tan solo podía ver tus virtudes, porque él, a diferencia del resto, sabia ver tus defectos como algo bueno, como algo que formaba parte de ti, y que por nada del mundo quería que cambiases. Porque cuando quieres alguien, no puedes pretender cambiar algo de la otra persona. Debes quererle tal y como es. Ni más, ni menos.
Soportaba tus repentinos cambios de humor, esos cambios que tú misma hacías que te enfades contigo misma porque él no se merecía que le tratases de esa forma. Una y otra vez. Siempre te equivocabas. Pero lo que él más apreciaba de ti, es que sabías reconocerlo, y sabías pedir perdón. 

Cada momento a su lado, eran únicos. Te sentías como si fueras navegando en una nube por el cielo azul. Lo tenías claro, él era para ti, igual que él sabía que tú eras para él.

sábado, 9 de abril de 2011

No hicieron falta muchas palabras.

Justo el otro día estabas mirando su fotografía. Sonreías con cierto anhelo y para que mentir, también con algo de tristeza. Una fotografía puede hacerte sentir miles de sensaciones a la vez. No puedes evitar el recordar los tiempos pasados con una sonrisa, ya que cualquier tiempo pasado fue mejor. O al menos, eso es así para ti. Y quizás también para muchos. 

Ahora, no puedes negar que hacía días que llevabas acordándote de él, y justo ayer, vuelves a verle. Una vez más, sufriste el mismo efecto, como antes. Te sentiste pequeña a su lado, y no podías dejar de mirarle. Estabas sorprendida, porque las casualidades existen, o al menos eso parece aveces. Querías decirle tantas cosas, querías preguntarle, curiosa como le iban las cosas. No hicieron falta muchas palabras. Supiste al instante que el vinculo que existía entre ambos seguía en pie como si jamás hubiesen pasado varios meses. Sonreíste para ti, porque quizás esa fue la mayor alegría que pudieron darte esa noche. Te abrazaba con el mismo cariño y afecto que para ambos era una costumbre. Por que así era, es y será para siempre. 


Siempre tuviste la duda de si habías tomado una buena decisión. Si esa era la correcta, si no habías sido tonta perdonando. Ahora, puedes comprobar que sí, que no te equivocaste. A veces, cuesta tomar decisiones que te ocasionan mucho daño. Pero tú, en tu interior sabías que ese era el mejor camino. Supiste esperar, hiciste que las cosas con el tiempo se pusieran en su lugar. Ahora obtienes una gran recompensa, pero porque realmente, es lo que más te merecías.

viernes, 8 de abril de 2011

Una vez más.



Te levantas sobresaltada. ¿Que hora es? Uf, las 08:06 de la mañana. Tan solo ha sido una pesadilla, aunque parecía tan real... Decides ir de nuevo a la cama e intentar coger el sueño. Pero a pesar de tus intentos no lo consigues. Tu cabeza empieza a divagar y regresan a tu mente una serie de imágenes, obligándote a revivir otra vez la pesadilla.

Lo peor es que recuerdas todo a la perfección, y duele. Conoces esa sensación porque ya la has vivido con anterioridad. Una vez más, tu subconsciente te ha jugado una mala pasada. Te ha mostrado mediante hechos el núcleo de tu gran problema, el porqué de ese gran miedo. No puedes luchar contigo misma.

Desde hacía relativamente poco te diste cuenta del motivo de esos nervios sin causas a la vista, de la aceleración de tu corazón en determinados momentos. Por ello, a veces sientes la necesidad de estar en un mundo en el que las cosas nunca pudiesen torcerse.

La razón es porque vives constantemente en un mar de dudas donde lo único que temes es perder.

martes, 5 de abril de 2011

Sueños.

Ayer te vi de nuevo. Sí, eras como siempre fuiste. Una persona con ganas de comerse el mundo, con la facilidad de ganarse a cualquier persona sin proponérselo. Lo cierto, es que para mi sorpresa, me fue fácil recibirte de nuevo. Era fácil. Cometí el  gran error olvidar ese pequeño detalle de ti. Siempre hiciste que las cosas fueran normales a tu lado. Lo más complicado podía convertirse en algo totalmente sencillo. Tenías esa influencia en mí. Creabas alrededor mío un halo de seguridad. Tan solo tenías que dejarte llevar, y seguir. Tus gestos, tu forma de hablar eran los mismos que yo recordaba. Por primera vez mi memoria daba en lo cierto de cada detalle, cosa rara en mí, ya que suelo fallar con frecuencia.


Recuerdo cada parte de ese sueño, y siendo sincera, ayer te echaba de menos. No existe razón ni un simple por qué. Sé que cuando pasen los días, todos estos recuerdos dejaran poco a poco mi memoria, pero ahora que puedo recordar todo con claridad, debo reconocer que en ese sueño…era feliz

domingo, 3 de abril de 2011

Estrella fugaz.

"- ¿alguna vez has salido de noche a contemplar las estrellas, para ver si veías una estrella fugaz?
- Sí, muchas veces -respondió él, sin entender a dónde quería ir a parar.
-Pasas la hora mirando al cielo, observando las estrellas. Y todas te parecen igual de hermosas. Sin embargo, lo que estás esperando es una estrella especial, una estrella fugaz. Este tipo de estrella que sabes que solo vas a ver tú, durante un instante, y solo porque estabas mirando. ¿Alguna vez has visto una estrella fugaz?¿Y le has pedido un deseo?
-Sí, claro. Como todos.
-Esa estrella fugaz es, en ese momento, tu estrella. Y depositas en ella tus sueños, tus ilusiones... y a lo mejor se cumplen; o tal vez la estrella no estuviese escuchando en ese momento. No importa; lo que cuenta es que levantas la cabeza hacía el cielo para ver las estrellas, para encontrar esa estrella fugaz con la que compartes tu corazón un breve instante... aunque luego el deseo que formulaste al verla no llegue a cumplirse nunca.."

Muchas estrellas llevan mi nombre. Todas y cada una de ellas con un deseo distinto, con un sueño o una promesa por cumplir. Echo tanto de menos esas noches hasta las tantas de la mañana contemplando cada estrella en el cielo..


Fuente: Laura Gallego "Memorias de Idhún"

viernes, 1 de abril de 2011

Y aún así, quieres ir.

Llegas a la parada del autobús. Esperas con impaciencia. Estás nerviosa. Hace 3 años estabas en la misma situación, esperando ese mismo autobús para ir al mismo lugar que para ti significaba una rutina. Recuerdas con una sonrisa amarga aquellos tiempos, porque para ti significaron sin duda uno de los mejores años de tu vida. Eras feliz. Lo tenías todo. Sí, tenías muchos problemas pero eso no hizo que ese año fuese peor. Simplemente ese año significó un comienzo, un cambio drástico. Y hoy tienes esa misma sensación, regresas al pasado, como si jamás hubiesen cambiado las cosas, como si las relaciones fuesen las mismas de siempre, aunque en tu interior sabes que eso ya no es así.

Ahora vas con la duda, porque sabes que todo puede salir bien o mal. O quizás en un punto intermedio. Quién sabe. Y aún así, quieres ir. Quieres ver como te vas a desenvolver con esas personas con las que compartiste tantas tardes de risas y de alegría.

Hoy puedes recordarlo con cierta nostalgia, y tienes claro que no quieres volver al pasado, porque lo pasado, pasado queda. Pero al menos, esto te demostrará que si ambas partes hubierais querido, todo podría ser como antes, e incluso mejor.