martes, 30 de agosto de 2011

Nothing is better.


When laying with you I could stay there,
close my eyes, feel you here forever,
you and me together, nothing is better...


Sometimes I wake up by the door,
And heard you calling, must be waiting for you
even that when we're already over,
I can't help myself from looking for you.





I set fire to the rain..

lunes, 29 de agosto de 2011

Canciones.

Estás en medio de la calle caminando hacia el autobús. En ese momento decides ponerte los auriculares y darle al play. No sabes exactamente en que canción se quedó por última vez pero ya la empiezas a notar. Una canción con un tono demasiado amargo. Te trae malos recuerdos. Después tras varios minutos sin querer pasar de canción esperas que ésta termine. Silencio. Una nueva canción. Uhm, no sabes cual es. ¡Ah, sí! Sí sabes cual es. Es esa canción que hace que sientas un poco de calor en tu interior y que te dan ganas de dar saltos estés donde estés. Lo gracioso es que estás sonriendo en mitad de la calle y luego piensas "van a pensar que estás loca" seguidamente de otro pensamiento "¿y que más da?". Sigues sonriendo a pesar de que la gente puede verte cómo una loca. Te gustaría incluso reír. Te resulta agradable pasar de un sentimiento amargo a uno muy dulce.

Luego intentas olvidar por un momento todo. En que te gustaría empezar de cero o quizás volver atrás. Aunque deshaces rápidamente esa idea Ya que lo pasado, pasado queda. Es mejor mirar hacia delante. Ver lo que te puede deparar el futuro. Tienes ganas de volver a una rutina, de estar sumergida en ese ambiente. De salir y entrar. De ver de nuevo caras conocidas que llevas tiempo sin ver. De hablar sobre temas ajenos a tu vida. Temas sin importancia. Temas que no te repercuten en absoluto. 

Después, vuelves al presente. Y por un momento prefieres quedarte donde estás. Quizás dentro de un par de meses nada será de la misma forma. No puedes saberlo. Tampoco quieres saberlo. ¿O sí?  No quieres que cambien ciertas cosas pero no vas a poder evitarlo por mucho que te niegues a ello. 


Ante tanta incertidumbre, sólo tienes algo en claro: quizás pronto eches a volar.

viernes, 26 de agosto de 2011

Carpe Diem.

Unos van y otros vienen. Nunca sabes con qué te puedes encontrar ni lo que el destino tiene preparado para ti. En ocasiones tienes cierto malestar, la conciencia no te deja tranquila. Maldita manía. Siempre pensando constantemente en lo que debes y tienes que hacer. Lo que realmente es bueno, aunque en determinados momentos no lo sean para ti. 

A veces quieres romper el orden, saltarte las reglas. Pensar en lo único bueno para ti y no para los demás. En lo que realmente te hace feliz sin importar el cómo, ni el cuando. Si tienes ganas de gritar, grita. Si tienes ganas de reír, ríe. ¡Cómo si tienes ganas de llorar! Jamás te gustó dar explicaciones a los que están a tu alrededor. Adoras ir por la vida sin rendir cuentas a nadie. Te gustaría no tener que decir que haces o dices a cada minuto del día porque... ¿Qué más da? ¿Qué importancia tiene? Ninguna. Sólo la que tú quieras darle.



Carpe Diem.

jueves, 25 de agosto de 2011

De hecho, así fue.


Querías gritarlo a los cuatro vientos. Que te oyese todo aquel que pasase por esa calle alejada de todos e incluso de ambos. Él era incapaz de mirar ya que estaba con la intención de marcharse y de no querer saber nada más de ti. Odiabas que no te creyese, que tus palabras no tuviesen el mismo sentido para ti que para él. Se negaba a creer. Tan sólo se dejaba llevar por los celos.

En un último intento, lograste pronunciar algo que él no creería y que para ti sería la única verdad. Sentías a tu corazón latir cada vez más rápido. Y más aún a medida que te acercabas más. Querías sentirle cerca, por si esa era la última oportunidad de estar a su lado. 

Le obligaste a que te mirase fijamente a los ojos. Siempre pensaste que los ojos podían reflejar los sentimientos más profundos del alma. Se quedó mirándote. Sin expresión, pero a medida que los segundos avanzaban, sus ojos poco a poco cobraban algo de esa luz que un día te habían enamorado. Después de eso, no te lo pensaste dos veces, te pusiste de puntillas y le acariciaste el rostro para después darle un cálido beso.

Pensabas que un gesto o una caricia podrían decir más que palabras. 
De hecho, así fue


domingo, 21 de agosto de 2011

Be the one.


Una última lagrima por lo que conocías y ahora desconoces.  Se acabó. Tu reloj marca las tres de la mañana y no dejas de darle vueltas a demasiadas cosas. Cosas que no te afectan de manera directa pero sí indirecta. No, en verdad si te repercuten de manera directa, claro que sí. 

En momentos como este, desearías irte a tu lugar favorito. Coger el autobús y pasar dos horas sin dejar de escuchar música y sólo pensando en que allá donde vas lo sientes como tuyo propio. El lugar donde nunca vas a sobrar y jamás vas a estar de más. Sonríes irónicamente porque no puedes irte. Esta vez no. No porque no quieras, las circunstancias han cambiado. Hasta eso ha cambiado. El lugar donde te sentías mejor, donde reías a todas horas ya no puedes contar con ello. Al menos, por ahora no.

Después de sentirte mal, de darle mil vueltas a las cosas, solo piensas en determinadas personas. Se podría decir que las puedes contar con los dedos de una mano. No necesitas más. Esas personas que a pesar de todo han seguido ahí. Han cambiado, por supuesto. Tú también lo has hecho. Pero se mantienen constantes. Sigue existiendo el mismo vinculo que nació un buen día. Algunos los ves más, a otros menos. Pero sabes que el día que los necesites van a estar ahí. Lo han demostrado. 


Sonríe por ellos. Sólo y únicamente por ellos.

sábado, 20 de agosto de 2011

Que serías un lastre para el mundo.



- ¿Sabes lo que duele de un corazón roto? No recordar cómo te sentías antes. Intentas recordarlo porque si desaparece no lo encontrarás.
- ¿Y qué pasaría?
- Que serías un lastre para el mundo.




Fuente: Skins.

jueves, 18 de agosto de 2011

Juntos o separados.

Te resulta irónico ver que tus suposiciones se han hecho realidad a medida que han pasado los días. Ya no sabes que pensar, que hacer ni que decir. Guardas la calma dentro de lo posible hasta que te pones a recordar. Todo lo bueno y todo lo malo. Todo lo que has compartido. 
Estás en ese punto que tanto odias. Tienes dudas, dudas y más dudas. Y esta vez nadie puede resolverlas. No cuentas con nadie. Tan solo con esas medias verdades, las cuales no te dicen mucho porque a la larga lo único que ocasionan en vez de alivio es más temor. 


Varios días de incertidumbre, y hoy, un día como otro cualquiera, sabes parte de ese algo que tanto días había estado rondando en tu cabeza. Solo oyes lamentaciones hasta que por fin llegas a reunir todas las piezas del puzzle. Sonríes irónicamente ya que cuando sólo tenías suposiciones solías calmarte diciéndote a ti misma que las cosas podían ser diferentes a como lo estabas imaginando. Lamentablemente, ahora sabes que tus suposiciones no se alejaban ni un centímetro de lo que hoy por hoy es la realidad. 


Te preguntas que queda ahora, cómo serán las cosas y que será de ellos..  Y en un último pensamiento, piensas que será de ti. Ya no podrás compartir noches hasta las tantas de la madrugada donde solo había risas y secretos.  Miradas de complicidad y música a todo volumen. Demasiadas cosas compartidas y ahora ves, que ya no queda nada.


Y a pesar de eso, tan solo esperas que sean felices. Juntos o separados.

lunes, 15 de agosto de 2011

Al menos no te dolerá.

Quisiste controlarlo todo, coger con tus manos pequeñas todo lo que estuviese a tu alcance. Creías poder lograrlo pero te equivocabas. Jugaste a ir por multitud de caminos diferentes. Estaba bien en un principio. Sabías ser constante y mantener cada lazo con la fuerza correspondiente.

Ahora, uno de esos lazos se ha tensado demasiado y ha empezado a romperse. Lo miras como si nada, y en ocasiones lloras sin darte cuenta. Te duele aunque no quieras reconocerlo. Antes era fácil y bonito. Conseguías sentirte en perfecta armonía. Ahora sin embargo, los acordes no siguen una misma melodía y llega al punto de hacer daño a los oídos. 

Temes que llegue el día en el que dejes de sentir, que el lazo termine por romperse del todo y te de todo igual. Esperas no llegar a ese extremo. Si llega a ser así, sólo puedes alegrarte por una cosa: al menos no te dolerá. 


sábado, 13 de agosto de 2011

Rolling in the deep.


See how  I'll leave with every peace of you.

Simplemente tú.

Se que siempre has querido una entrada para ti y este es el mejor momento para dedicarte una. Decirte para empezar que hoy ha sido un día muy especial para ti. Cumples 19 años. Espero que hayas logrado ser la persona más feliz del mundo al menos en este día, aunque me gustaría que lo fueses los 365 días que tiene el año.

En realidad, esto no tiene mucho sentido ya que sabes perfectamente lo que pienso sobre ti. Eres un niño que se gana el cariño de los que están a su alrededor con una sola sonrisa. Tienes un corazón que muchos desearían tener. Siempre con esa bondad que tanto te caracteriza. 

Te conocí con 16 años (bueno tú por ese entonces tenías aún 15), 11 horas de autobús dieron para mucho en ese viaje que emprendimos desde Sevilla hasta Navarra. Puedo decir con total sinceridad que esos días fueron inolvidables para mi. No sólo por la experiencia que ésta conllevaba, sino porque conocí a dos personas que aún sigo conservando. Dos personas maravillosas y que las considero esenciales. Aunque hoy es momento para hablar de ti. Aún recuerdo como eras al principio. Todo el rato picándome y haciéndote notar por allá donde estuvieses. Siempre sonriendo y haciendo el tonto. Pero dentro de ese mundo de risas también conocí tu otra parte más seria. Un chico maduro con el cual se puede conversar durante horas. Después de nuestro comienzo, llegó mi viaje a Cádiz. Y eso que no hacia tanto de la convivencia en Navarra. Pero tenía muchísimas ganas de volver a verte. Ese día por el puerto, aquellas playas que eran preciosas, la puesta de sol que jamás llegamos a ver, y tú. Te conocí aún más en sólo un día. No, un día no, en solo una tarde. 

Debo confesarte que muchas veces deseo que estuvieses aquí conmigo. Que fueras de mi misma ciudad. Poder quedar varias veces a la semana, tener un trato mucho más directo más allá de una pantalla de ordenador. Eres de ese tipo de personas que merece la pena conocer, que te gustaría mantenerlas por siempre, porque es verdad ya no quedan personas como tú. Gente verdadera, que dice las cosas a la cara, que muestra sus sentimientos cada vez que tiene una oportunidad. Que es sincera, y que siempre, ante cualquier cosa hace que todo aquel que esté a su alrededor, sea incapaz de sentirse solo ni un instante. 

Cómo ya ves, no ha cambiado mi opinión en cuanto a ti. Sabes que siempre se me dio mejor decir mis sentimientos de forma escrita que hablada. La timidez de vez en cuando juega malas pasadas. Tan solo decirte más que espero conservarte como amigo hasta el resto de mis días, que sigas teniendo las mismas ganas de venir a Málaga sólo para verme y pasar un rato juntos, como cada año. Y que, aunque no te lo diga a menudo, muchas veces necesito un abrazo tuyo para poder sentirme bien, para dejar de echarte de menos. 

Sé que ambos hemos cambiado. Me he vuelto una persona algo más fría de lo que un día conociste. Antes mostraba mis sentimientos a cada momento y ahora no lo suelo hacer. Vamos creciendo y las actitudes cambian. Lo que sí se que no va a cambiar es esto que siento. Pase el tiempo que pase, te miraré con los mismos ojos y siempre serás mi pequeño Eric. Un amigo ejemplar. Simplemente tú.


No lo olvides nunca, te quiero mucho.

jueves, 11 de agosto de 2011

Que las horas se conviertan en minutos.

Quieres que pasen los días lo más rápido posible. Sientes la necesidad de que las horas se conviertan en minutos. Llevas dos noches sin poder conciliar el sueño ya que pierdes la mayor parte de tu tiempo pensando y preocupándote por cosas que quizás en otros tiempos no le hubieras dado la mayor importancia. 
Quieres que acabe esto de una forma u otra. Quieres regresar a tu estado de pasividad, de que todo lo que gire a tu alrededor no te importe lo más mínimo. Sí, te gustaba estar de ese modo. Así era mucho más fácil. Reír sin pensar en los demás, divertirte ser tu mayor prioridad. 

Últimamente ves que todo es un completo desorden. Nada está en su correspondiente lugar, la mayoría de las cosas te desagradan o no terminas de comprenderlas. O quizás no querías comprenderlas. Prefieres pensar en como eran las cosas antes para no ver como son ahora. 

Al final, conseguirás cambiar. Cosa que nunca has querido. Ya vas dejando esa faceta de niña inocente que no quiere ver lo malo de la gente ni de las cosas. Era fácil pensar así. No, fácil no, era más bonito por decirlo de alguna manera. Nunca has sido inocente, tú misma te engañabas  para no ver como era la realidad. Digamos que ahora has abierto los ojos más de la cuenta y no puedes evitar que en determinadas ocasiones tu expresión cambie o que no te extrañes de lo que estás escuchando. Al principio sufres decepción, luego viene la resignación. 


Ahora tan solo quieres que los días pasen. Sólo eso. Lo que venga después ya se verá. 

martes, 9 de agosto de 2011

Miradas.

No había nadie más en esa playa. Solos tú y él. No dejabais de hablar de temas sin importancia, matando el tiempo como para ambos era una costumbre. Los silencios no existían en vuestra relación extraña. Sin embargo, en ese momento el dejó de hablar y tú de escuchar. Le miraste fijamente a los ojos y el tenía una mirada distinta. No te miraba con los mismos ojos que siempre. Era una mirada fría, dura. Fue entonces cuando no supiste que decir. Así que decidiste apartar la mirada y perderte en ti misma. 

No habían transcurrido ni cinco minutos cuando el levantó su mano para tocarte el rostro y girarlo suavemente para que vuestras miradas volviesen a encontrarse. Tenías miedo de volver a ver esa frialdad en su mirada. Sin embargo, esta vez no sentiste frío ni dureza. En su mirada sólo había dulzura. Una dulzura que sólo el podía tener cuando estaba contigo. 

- Te quiero.- susurró.

Tras decir esas palabras, posó suavemente sus labios sobre los tuyos. Ahora entendías porque se produjo ese silencio. El sentía el mismo miedo que tú. El miedo a ser rechazado, a no tener la suficiente valentía de decir sus sentimientos. Momentos después decidió separarse de ti, pero tan solo a unos centímetros de tu rostro.. Ambos con los ojos aún cerrados y con la respiración un tanto acelerada, lograste pronunciar esas palabras que él esperaba que dijeses, que confirmaran que sus sentimientos eran correspondidos...

-Cómo yo a ti...


lunes, 8 de agosto de 2011

La suerte no la tuviste tú, la tuve yo. Por encontrarte.


"Me animabas cuando estaba  triste, me llamabas cuando te hacía falta, me escuchabas siempre que te necesitaba, me apoyabas en todo, amores, desamores, momentos difíciles, tristezas, alegrías, sueños, esperanzas, todo. Y por suerte sigues haciéndolo.
Ya sé que tú has cambiado, pero en ti sigue existiendo esa pequeña pero adorable Leticia que un buen día tuve la suerte de conocer. Y pasarán los años y te recordaré igual, alguien ejemplar, una buena amiga (la mejor), honesta, simple, simpática, con la empatia por bandera, el amor como escudo y con sus ganas de ser ella misma, de ayudar en todo lo que se precie, de vivir con la mitad de su corazón siempre y cuando la otra mitad sirva para dar vida al mundo. Todo se puede resumir en que eres impresionante, maravillosa para mi. [...]
[...] Y Si de algo estoy seguro es de que jamás te olvidaré. Dentro de unos años tendrás que seguir viéndome y contactando conmigo. Los amores (por ejemplo) van y vienen pero tú para mi no. Y otra cosa que tengo segura es que has robado un trocito de mi corazón y te has instaurado en él. Y ahora mi trocito de corazón quiere encerrarte para que no te vayas nunca."

M.

La suerte no la tuviste tú, la tuve yo. Por encontrarte

viernes, 5 de agosto de 2011

Hazla tuya para siempre.



Todo lo que hagas en la vida será insignificante pero es muy importante que lo hagas porque nadie más lo hará. Como cuando alguien entra en tu vida y una parte de ti dice "no estas minimamente preparado para esto", pero la otra parte dice " hazla tuya para siempre".
Michael, Caroline me preguntó que te diría si supiera que puedes oírme, le dije que eso siempre lo había sabido: te quiero, cuánto te echo de menos y te perdono..


Fuente: Película "Remember me".

jueves, 4 de agosto de 2011

I know what the truth is.

Ahora tan solo te rodean cuatro paredes blancas. Sin recuerdos, sin emoción alguna. Te hace sentir un poco vacía e incluso se podría decir que un poco sola. Te acompaña un viejo radiocasete que en ocasiones enciendes para escuchar la radio, pero eso solo si consigues encontrar la emisora que más te gusta y tu cámara de fotos con la que logras plasmar aquellos momentos que quieres guardar para siempre.

Te tumbas sobre la cama y te haces consciente de que llevas días en los que muchas ideas rondan constantemente en tu cabeza. No consigues dejar de darle vueltas. Llega  incluso al punto de agobiarte en ocasiones. Y a veces... tienes miedo de llegar a explotar. Estás rozando el límite de tu paciencia. Ves y oyes cosas que no dejan de desagradarte y que no quieres que formen parte de ti. Sólo es en ese momento cuando desearías ser de otra forma. Ser de esas personas que dicen las cosas sin pensar en las consecuencias y que tan solo piensan en uno mismo. Lástima, tú no eres así. Te callas y la mejor opción sigue siendo la de ser el pañuelo de todos excepto de ti misma. Porque cuando tu lo necesitas eres incapaz de consolarte. Sólo lloras y lloras. En silencio, para que nadie más lo sepa, sólo tú.

Antes de adentrarte en tu primer sueño de la noche, aparece un último pensamiento. Quieres darle color a las paredes que te rodean. Quizás de esa forma consigas borrar una anterior etapa y empezar una nueva. Una en la que seas la que decidas qué camino tomar y con quién estar. Sí, será un color bonito y que se acerque más a tu personalidad. Quieres guardar parte de tu infancia, de todo lo anterior, pero es cierto que ya va siendo hora de hacerle hueco a lo que está llegando ahora, a lo que llegará en un futuro. 


Minutos después... comienzas el primer sueño de la noche.

martes, 2 de agosto de 2011

We are who we choose to be.


Jamás me arrepentí de ser quien soy o como soy. He intentado por todos los medios labrarme un futuro lo mejor posible y he querido en todo momento ser una buena persona. Las cosas que he vivido están ahí, y poco a poco han moldeado mi personalidad. Siempre me he tomado las cosas muy en serio, dándole su determinada importancia y pensando las cosas mil veces antes de hacerlas para evitar en todo momento tener un error.
He tropezado y me he vuelto a levantar como si nada. Los errores están para aprender de ellos. Al menos lo intento. Luego veo actitudes, ciertos cambios y me desagradan. Y es entonces cuando tengo más claro aún -si es posible- de que manera no quiero ser.