lunes, 8 de agosto de 2011

La suerte no la tuviste tú, la tuve yo. Por encontrarte.


"Me animabas cuando estaba  triste, me llamabas cuando te hacía falta, me escuchabas siempre que te necesitaba, me apoyabas en todo, amores, desamores, momentos difíciles, tristezas, alegrías, sueños, esperanzas, todo. Y por suerte sigues haciéndolo.
Ya sé que tú has cambiado, pero en ti sigue existiendo esa pequeña pero adorable Leticia que un buen día tuve la suerte de conocer. Y pasarán los años y te recordaré igual, alguien ejemplar, una buena amiga (la mejor), honesta, simple, simpática, con la empatia por bandera, el amor como escudo y con sus ganas de ser ella misma, de ayudar en todo lo que se precie, de vivir con la mitad de su corazón siempre y cuando la otra mitad sirva para dar vida al mundo. Todo se puede resumir en que eres impresionante, maravillosa para mi. [...]
[...] Y Si de algo estoy seguro es de que jamás te olvidaré. Dentro de unos años tendrás que seguir viéndome y contactando conmigo. Los amores (por ejemplo) van y vienen pero tú para mi no. Y otra cosa que tengo segura es que has robado un trocito de mi corazón y te has instaurado en él. Y ahora mi trocito de corazón quiere encerrarte para que no te vayas nunca."

M.

La suerte no la tuviste tú, la tuve yo. Por encontrarte

No hay comentarios:

Publicar un comentario