jueves, 30 de junio de 2011

Verano.

Verano. Una estación que he detestado de que tengo uso de razón. Pero coincide con el periodo de vacaciones. Hora de descansar y disfrutar de un poco de libertad. Es momento de no tomar decisiones. El verano pasado fue justo lo contrario. Pasé tres meses de mi vida cuestionándome que quería ser en el futuro, me plantee nuevas posibilidades. Ahora, todo está en su correspondiente lugar. Fue una decisión acertada. 

Este verano me he propuesto disfrutar y no pensar. Ahora estoy lejos de casa, y se puede observar todo desde una perspectiva diferente. Se pueden aliviar tensiones y pasar tiempo con personas que veo en muy determinadas ocasiones. Tengo que reconocer que es el primer lugar en el que pienso cuando necesito irme una temporada de casa. Aquí todo es más fácil. 

Y no sólo eso. Me doy cuenta de la suerte que tengo. Porque aunque me vaya se que a mi regreso tendré una montón de sonrisas que me reciban.
 

martes, 28 de junio de 2011

Estoy aquí, contigo.

Suena de nuevo esa canción. Mi canción. La he escuchado mil y una veces pero jamás me he cansado de ella. Sigue teniendo el mismo sentido para mi que siempre. Y en determinados momentos me ayuda a sonreír, a creer que todo aquello que me proponga es posible. 

Llevo meses con una preocupación constante. Y ahora estoy aquí, contigo. Siempre con múltiples razones. Una principal y otras muchas que hacen que siempre me mueva en el mismo sentido. Soy incapaz de hablarte de ciertos temas y no por vergüenza. Tan solo hay un motivo. Es tan difícil para mi como para ti. 

La canción aún no ha llegado a su fin y no puedo dejar de observarte. Es entonces cuando me dices que esa canción siempre te ha gustado. Te hablo del significado de su letra y me haces consciente de que ese es el motivo por el cual te gusta tanto: todos tenemos siempre algo que dar de nosotros mismos, y sacaremos fuerzas de donde sea necesario. 



lunes, 27 de junio de 2011



A veces basta un instante para olvidar una vida
pero a veces no basta una vida para olvidar un instante.

sábado, 25 de junio de 2011

Aliviar tensiones.

Todos los sábados de cada semana se repite la misma historia. Y es entonces cuando realmente recuerdo las razones por las que quiero irme. No es una reacción exagerada y mucho menos dramática. Lo veo como algo necesario. De vez en cuando viene bien renovar el ambiente, aliviar tensiones. No podemos negar que lo necesitamos ambas. Soy la primera que no considera esto un problema, pero si puede resultar algo bastante pesado y rutinario. 

A veces daría todo lo que tengo por observar cómo eres en mi ausencia. Me gustaría ver como me echas de menos. Porque estoy totalmente segura de que es así. Ya va siendo hora de que empieces a valorar lo que tienes.


Pero no olvides que no pretendo huir de los problemas. No ganaría nada con ello. Tan sólo intento crear un espacio en blanco en esta guerra de dos. Para mi regreso, esperaré que sigas igual de pesada que siempre. Eso no va a cambiar, pero te darás cuenta de que yo llevaba razón.

viernes, 24 de junio de 2011

Brillar.

"Me di cuenta en ese momento de que hacía mucho tiempo que me había resignado a no brillar jamás en nada. Hacía lo mejor que podía con lo que tenía, pero sin terminar de encajar nunca del todo en mi propio mundo.

Sin embargo, esto era completamente distinto. Me había vuelto sorprendente, tanto para ellos como para mí misma. Esa idea me hizo querer echarme a reír, pero también me dieron ganas de cantar. Había encontrado mi verdadero lugar en el mundo, el lugar en el que por fin encajaba, el lugar donde podía brillar."


Fuente: Stephenie Meyer.

martes, 21 de junio de 2011

No requieres de nada más.

Algo tan simple como un gesto. Un abrazo. Una sonrisa. Una mirada. Pueden valer mucho más que cualquier cosa que te de este mundo. 
Porque las cosas materiales a fin de cuentas son solo eso. Algo que se va a perder con el paso del tiempo y que poco a poco se irá deteriorando
Es más, cuando verdaderamente lo sientes, un abrazo o una sonrisa pueden significar más que un montón de palabras. Porque el sentimiento es compartido y no sólo eso, rozas la felicidad, algo que todo el mundo anhela conseguir de manera permanente. Aunque eso tú ya lo sabes. La felicidad permanece únicamente en los pequeños instantes, quizás sólo segundos. 

En momentos como éste querrías mover las manecillas del reloj y que por primera vez estuviesen de tu parte. Regresarías atrás. A esos pequeños instantes dónde no podías dejar de sentir eso. Nunca hubo palabras en cada abrazo o en cada mirada. No era necesario. Cuando rozas la felicidad, no requieres de nada más.

sábado, 18 de junio de 2011

Segundos después desaparece.

No se muy bien por qué pero cada cierto tiempo, aproximadamente un mes siempre me da por abrir ese cofre que está ubicado en un pequeño lugar de mi habitación. Casualmente siempre suele coincidir con algún momento en el que mi estado de ánimo no suele ser el que yo quisiera. En él guardo recuerdos, me atrevería a decir que demasiados. Todos y cada uno de ellos pertenecen a tiempos mejores, donde reír no suponía el más mínimo esfuerzo y donde los problemas, que por aquel entonces parecían abismos ahora no son comparables con los problemas que debemos enfrentarnos cuando crecemos. 

Siempre se repite la misma acción. Me siento sobre mi cama y empiezo a sacar de una en una todas las cosas que están en su interior. Quizás, el motivo por el cual vuelvo a ese mismo punto es porque me niego a olvidar.


Ya apenas queda algo de mi de lo que era en aquellos tiempos. Tengo la sensación de que poco a poco he ido perdiendo una parte importante y que en ocasiones quiero recuperar, pero ya resulta algo totalmente imposible. A medida que llega ese pensamiento a mi cabeza, segundos después desaparece. 

viernes, 17 de junio de 2011

Hoy por ti he recuperado mi voz.

Cuando por fin parece que llega un poco de calma volvemos al punto de partida. Eres incapaz de entender que no puedo más, que necesito espacio y un poco de tranquilidad. Es llegar el momento en el que puedo descansar y ya vienes de nuevo con tus quejas y reprimendas.

Opinas que no valoro nada de lo que haces, que puedes con todo. Y te equivocas. En ningún momento han salido esas palabras de mi boca. Soy totalmente consciente de tu situación y de tus limitaciones. No dejas de repetirme que tengo que entenderte. Pero... ¿sabes cuál es el problema? Que sí, que te entiendo mejor que nadie. La cuestión no es esa. Estoy cansada de tener que entender a todas las personas que me rodean. ¿Quién me entiende a mi? Claro, lo olvidaba, eso no tiene mayor importancia. Mi voz empezó a perderse, pero lamento informarte que comienzo a recuperarla. 

Empiezo a recuperarla no porque la situación me enfade, cosa que ya hace mucho tiempo que no sucedía. Mi voz empieza a recuperar su tono natural porque ya he llegado a un límite. Estoy en un punto en el cual mis capacidades están reducidas a cero y necesito tiempo. 

Confías ciegamente en mis posibilidades y te lo agradezco de corazón. Debes entender que esas posibilidades puedes quedar reducidas a nada si no hay un esfuerzo detrás. A estas alturas deberías conocer perfectamente cuáles son mis limitaciones pero tú sigues totalmente segura de que puedo con todo.


Sólo puedo agradecerte en estos momentos que hoy por ti he recuperado mi voz. 

miércoles, 15 de junio de 2011

Nobody's perfect.



But I never meant to hurt you, I know it’s time that i learnt to
Treat the people I love like I wanna be loved
This is a lesson learnt , I hate that I let you down and I feel so bad about it.



And I hate that I made you think that the trust we had is broken
So don’t tell me you can’t forgive me
Cause nobody’s perfect.



If i could turn back the hands of time
I swear I never wanna cross that line
I should of kept it between us but no I went and told the whole world how I feel and
So I sit and I realise with these tears falling from my eyes
I gotta change if I wanna keep you forever
Promise that I’m gonna try





Cause nobody's perfect. I'm sorry.

martes, 14 de junio de 2011

Entre sus brazos.

Cuando menos te lo esperabas, decidió abrazarte sin previo aviso. Se produjo un silencio y tan solo se podía escuchar levemente vuestras respiraciones. No querías romper ese momento que para ti era lo mejor que te había pasado en muchas semanas. Porque aunque no querías reconocerlo echabas de menos cada centímetro de él. Sus manos, su forma de sonreír, su olor. Todo. Recordabas cada mínimo detalle porque el hecho de perderle durante un período de tiempo hizo que valorases aún más todos los momentos que habías vivido a su lado. Te reconfortaba estar ahora mismo en esa situación. Entre sus brazos.

Llegado el momento, él decidió apartarse de ti. Pero tan solo unos centímetros, lo justo para poder inclinarse y susurrarte al oído algo que llevabas mucho tiempo esperando escuchar de él: "te he echado mucho de menos". 

domingo, 12 de junio de 2011

Decisiones.


Lo tienes claro. En cuanto tengas un mínimo de tiempo disponible para ti, te irás de aquí durante un tiempo. No es una decisión de ahora, ya viene de antes.

sábado, 11 de junio de 2011

La suerte de mi vida.

Siempre me quejo porque tengo que medir cada paso que doy para intentar no tropezarme o al menos intentar no caerme al suelo. La suerte no es que haya sido algo que me haya acompañado a lo largo de mi vida en lo que  se refiere a ciertos casos puntuales. Nunca fui la primera en nada. Ni siquiera en los juegos de azar he podido permitirme el lujo de ganar alguna vez que otra. 

Pero tengo que admitir que en cierto plano he tenido suerte. Una suerte infinita. Y cada vez que lo pienso, un fuerte calor me envuelve. Porque he conocido a innumerables personas que me han acompañado y me acompañan hoy día.

Luego estás tú. Te burlas cuando te digo que te considero la suerte de mi vida. Y sabes que no es por regalarte los oídos, sabes que es una opinión sincera. Lo supe en cuanto te vi por primera vez. En mi interior supe en todo momento que nuestros caminos estarían unidos de una forma u otra. Porque con el paso del tiempo hemos crecido y madurado juntos. Me has visto caer en innumerables veces y siempre he tenido tu mano para poder levantarme e intentarlo de nuevo.
Hiciste que creyese un poquito más en mi. Me has repetido hasta la saciedad que el cansancio entre nosotros no podía existir, que no había cabida ni lugar en esta historia para eso. No ha existido descanso ni para ti ni para mi. Ya que nuestra historia no tiene espacios en blanco. Cada momento está lleno de risas e incluso de alguna que otra lagrima de más.

Aún recuerdo cómo me aterraban los veranos porque pensaba que todo se podía echar a perder. Pero ahí estabas tú con esa sonrisa para decirme que nada cambiaría. De hecho, nada ha cambiado. Hemos tenido rachas buenas pero también hemos vivido malos momentos. Aunque de eso hay en menor medida. Sonrío porque incluso en nuestros inicios siempre tuve miedo de perderte. Y ahora es cuando puedo responder a esa pregunta. Ya conozco la respuesta. ¿Quieres saberla? Porque la suerte tal como vino un día cualquiera de mi vida puede irse antes de que pueda darme cuenta. Vivo con el temor de que algún día llegues a cansarte y decidas marchar sin mi. 


Respira. Ya no pienso así. He decidido confiar. Confiar en el tiempo. En nosotros. 

jueves, 9 de junio de 2011

Caminos y ritmos diferentes.

Cuando menos te lo esperas vuelve a sorprenderte. Esa persona que viene y va. Que está en ocasiones inesperadas, y luego cuando miras hacía atrás ya se ha ido. 

Te alegra que en ocasiones, quizás unos simples segundos te recuerde y quiera hablarte, saber de ti. Recuerdas cuando tenías tan solo 15 años, como si nada hubiese cambiado. Vives de nuevo esos instantes recordando con él vuestras manías. Porque él te conoce a la perfección. Sabes que has cambiado con el paso de los años, pero sigues manteniendo una parte de ti que nació en aquel tiempo.
No puedes dejar de reír ni un solo instante porque su forma de ser provoca en ti ese efecto. Vuelves a ser consciente de cómo sabe manejarte, sabe cual es el punto exacto para hacer que olvides todo aquello que te rodea. 

Reconoces que en ocasiones le extrañas, no porque el sentimiento aún permanezca en ti sino porque han sido muchas cosas vividas a su lado. Él te acompaño en el peor de tus momentos, y a la vez estuvo a tu lado cuando sólo tenías razones para sonreír. 

Supiste desde el primer momento que él sería una persona que se iría de tu lado. Ambos conocíais esa parte del trato. Él con su vida y tú con la tuya. Caminos y ritmos diferentes. Pero sigues teniendo la certeza que el día que decida llamarte o hablarte, tu estarás para él igual que él estará para ti. Un vinculo que ni siquiera el tiempo ha sido capaz de romper.


Quédate con eso. Quieres que la próxima vez que piense en ti vuelva a hablarte. Pero él tan solo te responde que eso no será así, porque eso quiere decir que sólo piensa en ti en contadas ocasiones y eso sería un error. Porque hablarte no significó que ese fuera el único momento en el que te recordara. Y aunque a ti no te hubiese importado que ese fuese el único motivo, te alegró saber que él te recuerda a menudo, igual que tú a él.


miércoles, 8 de junio de 2011

Alegrías prestadas.

Llegas a mi habitación con dudas y con cierto miedo por mi respuesta. No sabes como decirlo y te inventas absurdos ejemplos. Puedo ver cómo tu voz se pierde a medida que tus palabras dejan entrever lo que quieres decir. Te miro y no puedes evitar mirar hacia otro lado. Cómo si se tratase de un niño pequeño pidiendo consejos a un mayor. El error estaba en que me di cuenta que con tus palabras no sólo buscabas un simple consejo, querías una solución. Una vez más querías que mis palabras pudiesen resolver todos tus problemas. Cómo si con eso fuese suficiente. 

Ojalá con unas simples palabras pudiese ahorrarte que tengas que pasar por esto. Ojalá mi forma de pensar pudiesen hacerte ver que los problemas son considerados como tal simplemente por la importancia que decidas darle. Y respondo a todas tus preguntas con respuestas simples, sencillas. Me miras con cierto aire de duda porque te das cuenta de que tu mismo sabías la respuesta, o quizás no. Quizás necesitabas escucharlo de mi para que fuese más real.

A veces lamento ser tan directa en cuanto a mi forma de pensar y de decirte las cosas. Desearía poder decirte de vez en cuando aquello que quieres oír. Pero no estaría siendo justa conmigo misma y mucho menos contigo. No sé en qué momento fue de todos esos minutos transcurridos en mi pequeña habitación cuando decidí decirte el gran problema de todo sabiendo que te iba a pesar y que sufrirías un gran golpe. Intenté por todos los medios hacértelo más fácil, abrirte una nueva puerta a algo que será tu futuro. Ahora queda en tu mano tomar mi solución como la mejor opción y actuar por primera vez por ti y no por ella. 


Aprendí que en esta vida, si uno no piensa por uno mismo nadie lo va a hacer por ti. Empieza a pensar un poco más en ti mismo, tienes que comerte el mundo pero sobre todo aprende a vivir. Llevas demasiado tiempo viviendo de alegrías prestadas.

martes, 7 de junio de 2011

I learned to live half alive.


And who do you think you are? running around leaving scars.
Collecting your jar of hearts and tearing love apart.


You are gonna catch a cold from the ice inside your soul 
So don't come back for me, who do you think you are?

I learned to live half alive.

lunes, 6 de junio de 2011

TicTac

"No podía llevarme esa mentira conmigo porque no me iba a ninguna parte, pero al menos suavizó el dolor de la marcha. Podía creerme esa mentira. Podía creer que me echaría tanto de menos que eso podría mermar parte de su alegría. No debería querer eso, pero de todos modos creerlo hacía que me sintiera bien.

No podía ignorar el tiempo, el tictac de los segundos como en una cuenta atrás. Incluso en ese momento, sentía que me arrastraban, que me succionaban por el oscuro pasillo, alejándome del calor y del sentimiento.

-Gracias.."


Fuente: Stephenie Meyer, "the host"

sábado, 4 de junio de 2011

Etapas.

Ayer recordé tantas cosas. Una de ellas fue porque hoy día soy de esta forma. A lo largo de mi vida he pasado por diversas etapas. En mi caso diría que solo han existido dos, y hace poco emprendí la tercera.

En la primera etapa tan solo era una cría, con un carácter por definir pero a pesar de la edad, siempre me consideré una persona bastante responsable. Quizás porque en la situación en la que siempre me he encontrado ha forzado tener que tomar decisiones difíciles sin ser consciente del todo de las repercusiones que podría tener.

En la segunda etapa, sin embargo, me adentraba en un mundo totalmente diferente. Me aterraba pero necesitaba un cambio en mi vida, y desde luego así sucedió. Conocí a las mejores personas que se han podido cruzar en mi camino. El instituto, un importante paso en la vida de cada persona. Un lugar para poder relacionarte con mucha gente. Personas que en mi vida han marcado totalmente. No solo en el ámbito de la amistad, que sin duda, es el lugar donde he encontrado a las personas que hoy día se encuentran en mi tercera etapa. Hablo de los profesores, personas que me han acompañado a lo largo de los años, de esos 6 años. Y en especial, recuerdo a varias, pero una sin duda me ha marcado. Me hizo ver que podemos aspirar a más, por ello tengo cierto carácter de superación. Ella, con esa forma tan peculiar que tiene de ser hizo que mis posibilidades en un futuro fuesen mejor, tome una decisión en base a lo que aprendí a su lado, y hoy día estoy en donde estoy gracias a ella. 

En estos momentos, me encuentro en mi tercera etapa. Empiezo a formarme en el plano laboral y estoy en un lugar que jamás pensé en mi anterior etapa. Quizás fue causa del destino, o simplemente casualidad, pero en unos meses, todo el futuro pensado para mi se amplió de una forma brutal. No quise considerar mis opciones, seguí con mi idea hasta el último momento hasta que me dije que podía ser algo más. 
Puedo decir con total claridad que fue una decisión acertada. Siempre me he valorado muy poco y creo poco en mis posibilidades. Pero la segunda etapa de mi vida provocó un cambió muy brusco en cuanto a mi formación como persona. Sin duda, volvería atrás sin pensármelo dos veces. 


Me llevo lo mejor de cada persona que han decidido estar en mi vida. Porque me dieron la oportunidad de aprender de ellas, de ser como yo siempre he querido ser.

jueves, 2 de junio de 2011

Say hello to goodbye.

Tan solo ha llegado el momento que sabías que algún día llegaría. Fuiste consciente siempre, cada minuto que transcurría en ambas vidas. Ahora, lamentas varías cosas aunque no quieres llegar a eso.

Creíste que podrías cumplir tus promesas, aunque esta vez no solo ha dependido de ti. Van desapareciendo una a una. Cómo si jamás se hubiesen dicho, cómo si todo hubiera sido fruto de tu imaginación. Lo peor de todo es que hubieras preferido que fuese así.

Llegaste a un punto sin retorno, ya que ahora no puedes ver tus opciones. No porque sean difíciles de llevar a cabo sino porque esta vez no cuentas con ninguna. No hay mayor opción que la de seguir sin mirar atrás. Y sonríes con cierto aire de amargura porque te cuesta. Estás olvidando una parte de ti. Una parte que en cierto modo considerabas lo mejor de ti.


Una promesa fallida. Una canción guardada en ambos corazones. Y cada vez que suene, cada vez que la escuche, esperarás ser recordada. Quizás ya nada importe.


Say hello to goodbye.

miércoles, 1 de junio de 2011

Punto de partida.

Como un día cualquiera, te ha costado muchísimo poder levantarte de la cama. Te echas un poco de agua fría para poder despertarte del todo. Luego vas al cuarto para levantar la persiana y ver que tiempo hace. Un precioso día soleado y con alguna que otra nubecilla blanca. Haces tu cama, como todos los días de la semana y empiezas a vestirte. Hoy tienes un plan diferente. Un poquito de sol y de playa.


La brisa del mar en estos tiempos nunca viene mal, olvidas las preocupaciones y cuando el calor se empieza a notar, no está nada mal poder sumergirte bajo el agua. Poco a poco. Recuerdas cuando eras pequeña y te pasabas las horas en el agua sin cansarte. Puedes descansar y a la vez soñar. Planear como va a ser tu tarde, porque a pesar de estar disfrutando sabes en todo momento cuales son tus obligaciones.

Luego, cuando llegas a casa, sientes la necesidad de irte de nuevo. Pero no por ti, sino por ellos. A veces olvidas el motivo por el cual a veces quieres irte y no aparecer en unos días. Porque siempre es lo mismo. Y ya te has hartado de escuchar y de resignarte. Demasiado tiempo midiendo tu propio control. Sin contestaciones. Y temes volver al punto de partida. Volver a empezar otra vez.

Tan solo quieres que por una vez en sus vidas se planteen la suerte que tienen. Porque todo podría ser peor. No te consideras la hija ejemplar que quizás hubieran querido, pero siempre lo haces lo mejor posible. Y eso es lo único que no son capaces de ver. Tan solo hay lugar para quejas, quejas y más quejas.

Después, no será de extrañar que cuando desapareces durante un corto período de tiempo seas incapaz de echarles de menos.