Ayer recordé tantas cosas. Una de ellas fue porque hoy día soy de esta forma. A lo largo de mi vida he pasado por diversas etapas. En mi caso diría que solo han existido dos, y hace poco emprendí la tercera.
En la primera etapa tan solo era una cría, con un carácter por definir pero a pesar de la edad, siempre me consideré una persona bastante responsable. Quizás porque en la situación en la que siempre me he encontrado ha forzado tener que tomar decisiones difíciles sin ser consciente del todo de las repercusiones que podría tener.
En la segunda etapa, sin embargo, me adentraba en un mundo totalmente diferente. Me aterraba pero necesitaba un cambio en mi vida, y desde luego así sucedió. Conocí a las mejores personas que se han podido cruzar en mi camino. El instituto, un importante paso en la vida de cada persona. Un lugar para poder relacionarte con mucha gente. Personas que en mi vida han marcado totalmente. No solo en el ámbito de la amistad, que sin duda, es el lugar donde he encontrado a las personas que hoy día se encuentran en mi tercera etapa. Hablo de los profesores, personas que me han acompañado a lo largo de los años, de esos 6 años. Y en especial, recuerdo a varias, pero una sin duda me ha marcado. Me hizo ver que podemos aspirar a más, por ello tengo cierto carácter de superación. Ella, con esa forma tan peculiar que tiene de ser hizo que mis posibilidades en un futuro fuesen mejor, tome una decisión en base a lo que aprendí a su lado, y hoy día estoy en donde estoy gracias a ella.
En estos momentos, me encuentro en mi tercera etapa. Empiezo a formarme en el plano laboral y estoy en un lugar que jamás pensé en mi anterior etapa. Quizás fue causa del destino, o simplemente casualidad, pero en unos meses, todo el futuro pensado para mi se amplió de una forma brutal. No quise considerar mis opciones, seguí con mi idea hasta el último momento hasta que me dije que podía ser algo más.
Puedo decir con total claridad que fue una decisión acertada. Siempre me he valorado muy poco y creo poco en mis posibilidades. Pero la segunda etapa de mi vida provocó un cambió muy brusco en cuanto a mi formación como persona. Sin duda, volvería atrás sin pensármelo dos veces.
Me llevo lo mejor de cada persona que han decidido estar en mi vida. Porque me dieron la oportunidad de aprender de ellas, de ser como yo siempre he querido ser.