Tan solo ha llegado el momento que sabías que algún día llegaría. Fuiste consciente siempre, cada minuto que transcurría en ambas vidas. Ahora, lamentas varías cosas aunque no quieres llegar a eso.
Creíste que podrías cumplir tus promesas, aunque esta vez no solo ha dependido de ti. Van desapareciendo una a una. Cómo si jamás se hubiesen dicho, cómo si todo hubiera sido fruto de tu imaginación. Lo peor de todo es que hubieras preferido que fuese así.
Llegaste a un punto sin retorno, ya que ahora no puedes ver tus opciones. No porque sean difíciles de llevar a cabo sino porque esta vez no cuentas con ninguna. No hay mayor opción que la de seguir sin mirar atrás. Y sonríes con cierto aire de amargura porque te cuesta. Estás olvidando una parte de ti. Una parte que en cierto modo considerabas lo mejor de ti.
Una promesa fallida. Una canción guardada en ambos corazones. Y cada vez que suene, cada vez que la escuche, esperarás ser recordada. Quizás ya nada importe.
Say hello to goodbye.
Sí importa. Tu me importas a mi y a muchos. Que en ocasiones (o casi siempre) personas muy importantes no sepan valorarte no quiere decir que seas la culpable o hagas mal las cosas. Son ellos los que tienen un problema en su interior al pensar que todo lo hacen bien y no ver que lo más importante se les escapa de las manos.
ResponderEliminarCambia la táctica. Aférrate a quien te valora, te aprecia y te quiere como te mereces y ríete de los otros, los que significaron mucho para ti pero no supieron/quisieron protegerte y/o conservarte, independientemente de la posición social que ejerzan respecto a tu persona.
Te quiero (L)