martes, 24 de mayo de 2011

Cabeza o corazón.


Creíste que nunca sabrías encontrar el punto exacto en la balanza. Ese punto que tantos meses (o quizás años) te ha llevado encontrar y que haría que estuvieses en la justa estabilidad para no caer. 
Y ha llegado así sin más. Ahora respiras tranquila porque tienes claro cuales son tus opciones, esas que logran que la balanza no tienda a caer y que se mantenga siempre en alza

Llevabas días necesitando un abrazo. Pero no un abrazo cualquiera, sino el suyo. En otro momento, esa necesidad se hubiera convertido en un gran vacío en el pecho, algo que te hubiese impedido seguir, y te hubiera obligado a echarle de menos. 
Ahora es diferente. No quiere decir que ya no le eches de menos. Simplemente sabes que es alguien que está ahí de forma permanente, y que no te va a abandonar mientras las circunstancias lo permitan. 

La balanza sigue estando nivelada. Ni más ni menos. Siempre en constante confrontación: sin saber elegir si cabeza o corazón. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario