viernes, 1 de julio de 2011

Un sueño sin sueños.



"Se tumba boca abajo, abraza la almohada y, como si fuese un globo, uno de esos que se ven ascender por el cielo cuando un niño los pierde después de haberlo comprado a la salida de la iglesia en una mañana azul de domingo, con ese deseo de dejar atrás la realidad, se queda dormida. Un sueño sin sueños. La respiración es en un principio breve, como constreñida, propia del que, por un instante, quiere abandonarlo todo, descansar del exceso de preocupaciones, de los sentimientos de culpa y del deber, de las esperanzas y de las expectativas de los demás."




Fuente: Federico Moccia, "perdona pero quiero casarme contigo"

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