Un sueño.
Veías una despedida, un adiós y alguna que otra lagrima de más. Te despedías de todas esas personas que habían compartido tantos años de tu vida para encaminarte en una nueva historia rompiendo con todo lo anterior. Cuando dices romper, te referías al la ruptura absoluta de cualquier posible contacto.
Te marchabas sin más. Con una razón de peso que ahora no eres capaz de recordar. Un avión. Un país nuevo. Lejos. Una habitación qué solo sería tuya y donde a partir de ese entonces tendrías que formar una nueva vida en ella. Independencia. Nuevos rostros y empezar de cero otra vez.
Y así eran los días en ese comienzo. Sin ningún pesar y sin el sentimiento de echar de menos lo cual te sorprendía. Estabas lejos de todos tus seres queridos y aún así no sentías absolutamente nada. No te reconocías.
Meses después decides volver. Por un tiempo, claro. Esos tramos te resultan difusos. No sabes cómo, te encuentras en un sitio demasiado conocido, muy peculiar. Después, recuerdas perfectamente lo que venía a continuación. Una persona. Una persona muy importante para ti. Le estabas esperando ya que él aún no había llegado. Sin darte cuenta, él se aproximaba hacia ti. Lo recuerdas con total nitidez. Tan solo notaste su cuerpo detrás tuya. Cuerpo con cuerpo, para así rodear con sus brazos tu cintura. En ese momento, sí parecías tú, la chica de siempre. Abrazada a él lo extrañaste cómo si no estuviese al lado tuyo en ese instante, cómo si te faltase el aire para poder respirar.
Después, eres incapaz de recordar algo más. Bueno sí, tan solo te queda un pequeño atisbo de ese sueño. Él no dejaba de repetir "pensaba que no te volvería a ver de nuevo.. no sabes cuánto te he echado de menos." Y por primera vez, te sentiste necesaria para alguien.
que decir...me encanta (L)
ResponderEliminar