"Un día me desperté echándola de menos.
Ésa es la sensación más degradante que puedes imaginar. Cuando sientes que te falta alguien. Miras a su alrededor sin comprender, con gesto vacilante extiendes la mano y buscas un vaso de agua o un libro.. En tu vida todo está en su sitio, los objetos, las personas, las citas de la jornada: tu relación con el mundo no parece diferente. Pero te falta algo.."
En ocasiones, la mayoría de las cosas materiales se encuentran en su correspondiente lugar e incluso tu vida sigue siendo la misma de siempre. Una rutina. Un motivo para seguir. Todo. Pero a veces, no puedes evitar echar de menos a ciertas personas. Personas que sabes que aunque pase todo el tiempo del mundo siempre las vas a terminar extrañando.
Y solo en momentos puntuales te gustaría pensar que sin ellas estarías mejor. Pero solo te engañas a ti misma por una sola razón: no te gusta ser consciente de cuánto las necesitas.
fuente: la mujer justa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario